En verano por costumbre solemos olvidarnos de la práctica de deporte y preferimos las comilonas y los diferentes excesos de los que luego nos podemos arrepentir en septiembre. Así que como el verano está para disfrutarlo, podemos aprovechar para hacer ejercicio en el mismo lugar al que nos vamos de vacaciones, como en la mayoría de lugares a los que viajamos o bien hay una piscina o bien tenemos la playa…  El mejor ejercicio que podemos realizar es nadar.

Entre los efectos beneficiosos que tiene la práctica de este deporte, Paula Esteban Antorán, monitora nacional de natación y waterpolo, además de gimnasta acuática, destaca:

  • Pueden practicarlo todas las personas incluso las que tienen problemas articulares, ya que en el agua se reduce la fuerza de la gravedad.
  • Es beneficioso para la circulación sanguínea, ya que a la vez que realizamos una actividad física, la acción del agua fría dentro del cuerpo estimula el funcionamiento de nuestro metabolismo, implementa la cantidad de oxígeno en nuestro organismo y refuerza nuestro sistema nervioso.
  • Además mentalmente, ayuda a la relajación y desconexión, debido a la sensación de ingravidez.

 

En la práctica de la natación como podemos ver encontramos un sinfín de beneficios de los cuales podremos disfrutar siempre y cuando tengamos una serie de conocimientos previos.

La monitora y gimnasta aconseja que, al menos una vez, es necesario ponerse en manos de expertos y pasar algún cursillo de natación  que en primer lugar nos enseñe a realizar la técnica y por otro lado, nos ayude a mejorar en los casos de que ya se conozca previamente esta. De no ser así estos beneficios pueden convertirse en contraproducentes y producir lesiones al ejecutar mal los movimientos.

Una vez que se adquiere este mínimo de experiencia, Paula señala ciertos grupos específicos para los que la práctica de la natación es especialmente beneficiosa:

  • Personas que necesiten ponerse en forma física, les resultará más sencillo realizar este deporte ya que en el agua la sensación de ligereza aumenta.
  • También es aconsejable en personas con movilidad limitada, como embarazadas o personas mayores.

 

¿Dónde puedo nadar y qué técnica escojo?

Es importante previamente elegir el lugar dónde realizaremos este ejercicio y la técnica a seguir.

  • En el mar hay que tener en cuenta que la flotación es mayor (debido al agua salada) pero es mucho más fácil desorientarse, además nos encontraremos frente a frente con las olas y corrientes. Por lo tanto si no tenemos un amplio conocimiento en el ámbito de la natación no será el lugar más idóneo para practicar esta actividad.
  • En la piscina nos cuesta un poco más avanzar debido a la ausencia de agua salada, pero también nos sentiremos más seguros al poder hacer pie y encontrarnos en un espacio limitado y sin ninguna alteración de movimiento del agua.

Hablando sobre la técnica, Paula destaca que la espalda es el estilo más “saludable y sencillo respiratoriamente”. Pero es cierto que a la hora de practicarlo es más fácil desorientarse o incluso si lo practicamos en exceso resultar perjudicial para las articulaciones de los hombros.

Por otro lado la técnica de crol, que es el estilo más conocido por la mayoría de personas, implica mayor coordinación entre movimientos y respiración.  Lo mismo ocurre con la braza que es más cómodo para avanzar en el agua.

Paula Esteban, nos da la recomendación para principiantes: lo mejor es escoger un estilo con el que nos sintamos cómodos y que nos resulte sencillo.

Obviamente antes de elegir la técnica y el lugar en el que vamos a nadar lo mejor que podemos hacer es acudir antes a unas clases de natación.

 

Consejos para comenzar a nadar.

Paula Esteban nos ofrece una serie de consejos para aquellos que quieran aprovechar en estas vacaciones la playa o la piscina como lugar de entrenamiento:

  • Elegir el lugar en el que nos sintamos cómodos y seguros.
  • Empezar de manera progresiva.
  • Si se nada en el mar lo mejor es realizar varias veces el mismo recorrido antes que ponerse un objetivo difícil, sin saber seguro que nivel se tiene.
  • Identificar los puntos fuertes y débiles de uno mismo.
  • Si no se tiene mucho conocimiento en la natación, es mejor ir combinando el nado con ejercicios en el agua.
  • Disfrutar en el agua es lo más importante, si lo que estamos realizando supone un agobio debemos adaptarlo: bajar el nivel, reducir tiempos, cambiar el estilo… No debemos forzar a realizar ejercicios para los cuales no estamos capacitados.

 

Fuente: Heraldo De Aragón.